Skip to content

Salas de juegos cerradas por el COVID-19

Casinos cerrados

La emergencia global desatada por el COVID-19 ha afectado a diversos sectores de la economía, tanto directa como indirectamente. Restaurantes, recintos deportivos, centros comerciales, casinos y establecimientos de apuestas han sido las principales «víctimas» económicas de la pandemia provocada por el virus, cuyos contagios ya superan las 240 mil personas en más de 170 países. En España las medidas adoptadas por el gobierno se encuadran en las acciones implementadas en otras latitudes, lo que supone que los operadores de fortuna legales también ven afectado su normal funcionamiento.

Dos ejemplos de empresas del sector el envite que adelantaron resoluciones para combatir la propagación de la enfermedad, son el Casino Gran Madrid (CGM) y el Casino Barcelona. Ambos anunciaron el cierre temporal de sus locales durante las próximas semanas (hasta el 26 de marzo el CGM) y, por ende, la cancelación o postergación de los eventos programados para esas fechas. Torneos de poker y conciertos son las veladas más afectadas por la suspensión decretada.

Casinos cerrados en el resto del mundo

Las Vegas Resoluciones similares a las aplicadas en nuestro país se han replicado en diferentes naciones, tanto de Europa como del continente americano. Sin buscar demasiado, varios de los casinos más importantes de Portugal anunciaron recientemente clausuras temporales, entre los que se encuentran los pertenecientes a empresas como Estoril Sol y Grupo Solverde, que gestionan, entre ambos, cerca de una decena de salas en zonas de Lisboa, Oporto y Algarve.

En Estados Unidos, Las Vegas tuvo que desalojar a sus «pecadores habituales», después que el gobernador del estado de Nevada, Steve Sisolak, ordenara el cierre de establecimientos no esenciales, lo impactó no solo en los recintos de juegos de la Ciudad del Pecado, sino también en las de la localidad de Reno, en la misma entidad. Atlantic City, otrora centro del poder económico del presidente, Donald Trump, y metrópolis que alberga diversos casinos, tampoco se libró del cese de operaciones obligatorio.

Apostadores se pasan al juego online

«Cuando haya sangre en las calles, compra propiedades», la frase fue acuñada hace más de doscientos años por el barón de Rothschild, y no tenía otra intención que señalar el hecho de que, durante las mayores crisis pueden surgir grandes oportunidades de negocios. En medio de la paralización provocada por la pandemia del COVID-19, con la interrupción del funcionamiento cotidiano de los casinos físicos, el mundo online puede transformarse en un faro de atención para aquellas personas entusiastas del envite y del azar.

Esta nueva realidad parece estar en pleno desarrollo, pues medios de comunicación del Oeste de los Estados Unidos han registrado el aumento de las transacciones de salas de juegos digitales desde el cierre de puertas de sus similares en el ámbito real. La página del diario The San Diego Union-Tribune, por ejemplo, recoge las declaraciones de diferentes directivos de firmas del sector, que apuntan el crecimiento de las operaciones, particularmente en modalidades de casino y poker virtual. Esto sin contar que, la suspensión de las competiciones internacionales de mayor relevancia no afecta a los llamados Deportes Virtuales, disponibles en webs como bet365 o Luckia, entre otras.