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Reconocer a un jugador compulsivo

Reconocer jugadores dados

Uno de los temores recurrentes a la hora de sumergirnos en todo lo que implica el universo del envite y el azar es la tentación involuntaria de caer en la adicción; dedicar tiempo de más a los juegos; rezagar a la familia y, en situaciones extremas, infringir la ley. Estos recelos sirven para mantenerse alerta frente a conductas problemáticas, como el descontrol o el aislamiento. Es decir, el miedo al descarrilamiento social ayuda a prevenir situaciones indeseables. No obstante, y tal como lo señalan los expertos de la salud, las adicciones no son vicios, ni comportamientos ligados a la falta de carácter. Son enfermedades y como tales deben ser abordadas desde una óptica profesional. +18. Publicidad. Juega seguro

Antes de la deriva descrita anteriormente, el comportamiento errático manifiesta diferentes síntomas que deben ser atendidos casi de inmediato. Sea en primera persona como testigo de situaciones similares, es necesario estar alerta frente a las primeras señales comprometedoras, entre ellas, el retraimiento en ámbitos sociales, las ausencias laborales, los cambios de humor y las alteraciones en la sexualidad. Estas conductas deben ser evaluadas en sus fases iniciales, pues su progresión puede conllevar a conflictos, no solo en el ambiente familiar, sino también en círculos externos; llegando a afectar las relaciones profesionales y, en algunos casos, generando aprietos con la justicia. En esta última eventualidad, podrían incluirse la comisión de delitos financieros (falsificación de firmas o documentos), el robo de fondos de terceros y el endeudamiento excesivo.

Información ayuda Visto el numeroso listado de dificultades asociados al juego, y en particular a las adicciones generadas por éste, las autoridades nacionales de cada país, donde existe un marco regulatorio de este tipo de actividades, proponen diversos mecanismos destinados la detección y tratamiento de la dolencia. En el caso de España, las plataformas como Jugar Bien ponen a disposición de apostadores activos y potenciales, una serie de cuestionarios y testes de autoevaluación que permiten configurar un primer diagnóstico. Una vez que el análisis se ha concretado y el resultado preliminar vislumbra algunas sospechas, el siguiente paso no puede demorar, y debe estar vinculado a la revisión médico-profesional. Si no se cuenta con información sobre entidades o especialistas en la enfermedad, los portales como el de la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ) ofrecen una serie de enlaces de organizaciones dedicadas al diagnóstico y tratamiento de la adicción. A través de éstas, es posible acceder a información detallada, estudios clínicos, especialistas e instituciones locales y regionales, destinadas al atendimiento de las personas que sufren de ludopatía.

Tras seleccionar el mejor centro asistencial, y una vez que los peritos sanitarios hayan configurado un pronóstico, comienza la fase de rehabilitación, cuyo “arsenal” puede incluir grupos de apoyo, terapia farmacológica y autoayuda. La efectividad de estas herramientas será revisada cada cierto tiempo, en sesiones prestablecidas entre las partes, que permitan determinar el progreso del paciente y planificar estrategias diferenciadas.

Cuando la terapia finaliza de manera efectiva, el retorno al ambiente familiar puede ser un reto adicional que requiere tanto de la intervención de los más allegados, como del autocontrol ganado por el afectado. Esto ayuda a evitar situaciones de estrés, impulsos externos indeseados y nuevas recaídas.